Asustada y muy nerviosa, Sandra miró alrededor tratando de encontrar una cámara. Allí estaba, en una de las esquinas superiores del techo. Sin poder evitarlo rompió a llorar y, con la respiración entrecortada exclamó:
-¡Déjame ir, por favor!...Por favor Jorge...esto no tiene gracia.
Nadie contestó, el silencio era absoluto.
-¡Tengo dinero! Seguro que mi familia te dará lo que quieras...
Nuevamente el silencio era devastador.
Angustiada y viendo como la vela se consumía, Sandra abrió el primer cajón de la cómoda. Allí había un cuchillo, que esperaba no tener que utilizar, y un papel. Tomó el papel entre sus mano y leyó atentamente.
Tienes una botella de cristal sobre una mesa. Está cerrada con un corcho y del interior de este corcho pende un hilo con una aguja al final del mismo. ¿Cómo consigues que la aguja toque el fondo de la botella sin tocarla? Para resolver el enigma puedes usar aquello que creas oportuno.
Sandra trató de tranquilizarse y pensar.
-Cristal...hilo...mmm. ¡Creo que lo tengo! Exclamó no sin temor a equivocarse.
Repasó la solución por un instante en su cabeza y luego dijo en voz alta:
-Quemaría el hilo con una lupa.
Tras un breve y aterrador silencio, una voz fuerte y profunda contestó:
-¡Correcto!
La puerta de la estancia se abrió y ante sí un estrecho y oscuro pasillo la condujo a una nueva habitación iluminada por la tenue luz de otra vela. Entró en ella y tras de sí, la puerta se cerró. Miró atentamente la habitación. Enfrente, la siguiente puerta la estaba esperando y a la derecha pudo ver la ya conocida cómoda. Encima de la cómoda había diez vasos, cinco llenos de líquido y cinco vacíos. Se acercó y abrió lentamente el primer cajón. Allí estaba, un nuevo papel y un nuevo cuchillo. Nuevamente leyó atentamente la prueba.
Sobre la cómoda hay diez vasos en hilera; los cinco primeros están llenos de líquido y los cinco últimos están vacíos. ¿Cuántos vasos hay que mover para formar con ellos una hilera donde los vasos vacíos y los llenos se vayan alternando?
PD: No trates de beber el líquido, es lejía.
-¡Déjame ir, por favor!...Por favor Jorge...esto no tiene gracia.
Nadie contestó, el silencio era absoluto.
-¡Tengo dinero! Seguro que mi familia te dará lo que quieras...
Nuevamente el silencio era devastador.
Angustiada y viendo como la vela se consumía, Sandra abrió el primer cajón de la cómoda. Allí había un cuchillo, que esperaba no tener que utilizar, y un papel. Tomó el papel entre sus mano y leyó atentamente.
Tienes una botella de cristal sobre una mesa. Está cerrada con un corcho y del interior de este corcho pende un hilo con una aguja al final del mismo. ¿Cómo consigues que la aguja toque el fondo de la botella sin tocarla? Para resolver el enigma puedes usar aquello que creas oportuno.
Sandra trató de tranquilizarse y pensar.
-Cristal...hilo...mmm. ¡Creo que lo tengo! Exclamó no sin temor a equivocarse.
Repasó la solución por un instante en su cabeza y luego dijo en voz alta:
-Quemaría el hilo con una lupa.
Tras un breve y aterrador silencio, una voz fuerte y profunda contestó:
-¡Correcto!
La puerta de la estancia se abrió y ante sí un estrecho y oscuro pasillo la condujo a una nueva habitación iluminada por la tenue luz de otra vela. Entró en ella y tras de sí, la puerta se cerró. Miró atentamente la habitación. Enfrente, la siguiente puerta la estaba esperando y a la derecha pudo ver la ya conocida cómoda. Encima de la cómoda había diez vasos, cinco llenos de líquido y cinco vacíos. Se acercó y abrió lentamente el primer cajón. Allí estaba, un nuevo papel y un nuevo cuchillo. Nuevamente leyó atentamente la prueba.
Sobre la cómoda hay diez vasos en hilera; los cinco primeros están llenos de líquido y los cinco últimos están vacíos. ¿Cuántos vasos hay que mover para formar con ellos una hilera donde los vasos vacíos y los llenos se vayan alternando?
PD: No trates de beber el líquido, es lejía.
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