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domingo, 24 de mayo de 2009

TERCER CAPITULO

Los días pasan y pasan y él cada vez se aleja más de mi, ni me habla ni me mira, que pasará por su cabeza.
Siguen pasando los días. Él se me acerca lentamente con una expresión sonriente en el rostro y me dice fríamente que ya no me quiere, que su amor no era real, que se lo inventó todo. Me voy de allí corriendo con mis hijos. Pasan unos días y me entero que él se acaba de casar con una rica doncella española.
Mi corazón se inunda cada vez más de tristeza, las lágrimas recorren mi cara a todas horas, ya no se que será de mi vida.
Despierto, es una mañana calurosa, mi corazón está cada vez más apenado. Cojo los niños y los llevo al río. Se van quitando la ropa y se tiran al agua fresca del río. Me han llegado noticias de él, acaba de tener un hijo con su doncella española. Recorro la poca distancia que me separa del río, arrastrando mis pies sin pensar en nada. Mis hijos juegan en el agua, les doy un beso a cada uno y meto su cabeza en el agua. Chapucean, se retuercen, intentan gritar y después calma... Me tiro boca abajo en el río sin pensar en nada y luego ya no recuerdo nada más.
Por haber ahogado a mis hijos dios me condena a vagar por las noches, lamentándome por lo que hecho, hasta el fin de los tiempos...

FIN


sábado, 23 de mayo de 2009

SEGUNDO CAPITULO - EL ORIGEN DE LA LLORONA

En la orilla de este río, miro al horizonte y veo anochecer lentamente, mientras la lágrimas recorren lentamente mi cara. Lágrimas que vienen desde mi triste corazón, que no supo encontrar amor, y que mas puedo hacer, ya no queda casi nadie en este pueblo indígena en el que vivo. Solo una vez me enamoré y el destino se encargó de quitarme al hombre que yo amaba, asesinado cruelmente por los conquistadores españoles. Mi corazón no encuentra consuelo, ya pocas personas quedan aquí, y cada vez hay menos.
En el horizonte miro una figura que se acerca lentamente, sera otro conquistador español que quiere acabar con mi vida como hizo con la de casi todo mi pueblo.
Se acerca a mi, me mira a la cara y con sus suaves manos aparta las lágrimas de mi cara y me pregunta porqué estoy triste. No le contesto, pero el no puede dejar de mirarme, la verdad no se porqué, no soy tan bonita como las mujeres españolas que nos tienen de criados en sus grandes caseríos. El me dice que soy muy bonita, y que vaya con él. Al principio no acepto pero luego voy con él y me lleva a su casa donde me acoge y me dice que me quede a vivir allí, dice que soy demasiado bella como para que me deje escapar de su vida.
Las semanas pasan, todos los días el me trae hermosas flores y me dice bellas palabras, dice que me ama. En sus palabras caigo y me acabo acostando con él. Meses después nace un hermoso niño. Así pasa el tiempo y tengo dos hijos más.
El mas pequeño tiene ahora dos años, a pesar de tener tres hijos, él no quiere compromiso, la verdad no lo entiendo, si realmente me ama porqué no se casa conmigo...


domingo, 17 de mayo de 2009

LA LEYENDA DE LA LLORONA

PRIMER CAPITULO

Los habitantes de la ciudad se retiraban a sus casas sonando el toque de queda dado por las campanas de la catedral. A media noche y principalmente cuando había luna llena, despertaban espantados al oír en la calle unos tristes y lánguidos gemidos lanzados al viento por una mujer.
Las primeras noches, los vecinos solo se santiguaban argumentando que los lamentos eran de un ánima del otro mundo, pero la situación fue tan insistente que la gente mas despreocupada o atrevida, salía a cerciorarse que era aquello, primero lo hicieron desde las puertas o ventanas, después algunos se animaron a salir y lograron ver a quien lanzaba tan lastimeros gemidos.
La mujer que vestía una ropa blanquísima y se cubría el rostro con un velo, abanzaba con lentos pasos recorriendo las calles de la ciudad sin faltar una sola ocasión a la plaza mayor donde, viendo hacia el oriente e hincada daba el último y languidísimo lamento, una vez puesta en pie, continuaba con paso lento hasta llegar a la orilla del lago donde desparecía.

martes, 12 de mayo de 2009

CUARTO CAPITULO

Todos estabamos temblando por el miedo, decidimos levantarnos e intentar salir de allí. Salimos por la puerta de la habitación y continuamos andando hasta que llegamos a las escaleras que daban al primer piso, no era que quisieramos seguir en ese hospital solo era que no habíamos encontrado ninguna salida en el piso de abajo. Subimos las escaleras, llegamos al primer piso y continuamos subiendo las escaleras hasta llegar al ultimo piso, la terraza. Salimos por la puerta que daba a la terraza, nos acercamos al borde, para ver si alguno de nuestros amigos había conseguido salir pero lo único que conseguimos ver fue la extraña figura de un hombre sin rostro que miraba hacia nosotros.
Nos apartamos muy asustados y nos acurrucamos todos juntos en una esquina. Derrepente se empezaron a escuchar pasos que venían de las escaleras, se abrió la puerta y el resto de la pandilla llegó corriendo con cara de susto. Empezamos a hablar y todos coincidiamos en haber visto cosas muy raras dentro del hospital, mientras hablabamos me di cuenta de que faltaban dos personas en el grupo, sandra y paula. Ibamos a salir a buscarlas cuando entonces llega paula casi sin aliento y el miedo en su cara. Le preguntamos por sandra y nos respondio que la ultima vez que la había visto había sido en una habitación dentro del hospital pero como había visto algo extraño ella empezó a correr sin pensar en su amiga con la esperanza de que se encontrara con alguno del grupo.
Todos juntos nos dirijimos hacia la habitación que nos había dicho paula y encontramos a sandra acurrucada en una esquina. Me acerqué a ella, le puse el brazo sobre el ombro, ella levantó la cara, una cara que reflejaba un miedo espantoso. Justo entonces comenzaron a aparecer atravesando la puerta un monton de espiritus de cuerpos en avanzados estados de putrefacción. Comenzamos a correr sin mirar atrás, rompimos el cristal de una ventana, saltamos al jardín, corrimos hacia la verja y la saltamos, no paramos hasta que llegamos al pueblo.
Desde esa noche sandra está internada en un sicriático con una expresión de terror en la cara, no ha vuelto a hablar desde entonces, nadie sabe que fue lo que vio en realidad en aquel hospital maldito.

FIN

andy_yo

viernes, 8 de mayo de 2009

TERCER CAPITULO

Me levante y observe asustado que ninguno de mis amigos me habia esperado. Comencé a correr otra vez, despues de un rato corriendo, comencé a ver personas corriendo delante de mi, ya tenía menos miedo porque al menos habia encontrado a mis amigos.
Cruzamos esquinas y pasillos y mas esquinas y mas pasillos... Hasta que derrepente el que iba en cabeza se paro porque ya no habia salido por onde corría, tan oscuro estaba queacabamos chocando todos, debido a que no veíamos nada comenzamos a correr sin saber a onde pensando que habíamos chocado contra algo desconocido.
Despues de correr un buen rato nos dimos cuenta de que nos habíamos separado, yo estaba conla mitad del grupo, andy y sandy, andrian y michael. Llegamos a una habitación y estuvimos acurrucados en una esquina todos juntos un buen rato, iluminando a todas partes con nuestras linternas con miedo a enfocar algo que sería mejor no ver...

miércoles, 6 de mayo de 2009

SEGUNDO CAPITULO

Caminábamos hacia el hospital entre algunos sollozos por el miedo y sonidos extraños de fondo.
Llegamos a la puerta de entrada del hospital y entramos. Nunca nos acostumbrábamos a entrar en ese lugar cada vez era mas escalofriante.
Caminamos a través de las tres primeras salas, hasta llegar a nuestra anterior meta, la tercera sala.
Al principio dudamos si seguir o no, ya que las anteriores veces que habíamos llegado hasta allí dábamos media vuelta corriendo debido a que se veían y se escuchaban cosas muy raras y escalofriantes.
En frente nuestra estaba la puerta que daba a un pasillo muy largo lleno de puertas. Abrimos la puerta y pasamos uno a uno. Nos dirigimos hacia la primera puerta, mire a través del sucio y traslucido cristal para saber que había al otro lado, dentro había camas viejas y unas ventanas por las que apenas entraba la luz; no solo no entraba la luz porque se estuviera haciendo de noche sino además por que las ventanas estaban sucias y medio tapadas con unas cortinas rotas y desgastadas. Enfoqué toda la habitación con mi linterna para intentar ver algo mas a través de ese cristal, justo entonces se escucho un portazo detrás nuestra. Todos corrimos en dirección a la puerta por la que habíamos entrado, estaba cerrada; posiblemente no estaría cerrada con llave, pero el miedo que teníamos en ese momento hizo que no se nos pasara por la cabeza la idea de girar el picaporte. Al ver que la puerta estaba cerrada empezamos a correr a lo largo del pasillo, llegamos al final del pasillo donde había una puerta. Con miedo, al no saber lo que nos podríamos encontrar al otro lado, respiramos ondo y abrimos la puerta. Seguimos corriendo. Yo iba el ultimo, ya que nunca se me ha dado bien eso de correr. Mientras corríamos las cortinas y camas que íbamos encontrando se agitaban frenéticamente. No se como se me ocurrió mirar atrás, y fue entonces cuando vi una extraña sombra negra detrás nuestra, que se desvaneció al instante. Seguía corriendo, cada vez mas rápido, tan oscuro estaba que juntándose con el miedo que tenia y a que solo pensaba en correr, choqué contra una puerta y me caí...

martes, 5 de mayo de 2009

LA HISTORIA DEL HIJO

PRIMER CAPITULO
Recorría lentamente la acera, sin pensar en nada en especial. Me dirigía al jardín del hospital abandonado en el que siempre quedabamos los de mi pandilla. El hospital está un poco en ruinas y lleva unos veinte años abandonado.
Llegué a la verja, la salté y me dirigí hacia el viejo roble en el que siempre estábamos. De camino hacia allí sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo; no es que el hospital me diera miedo, ya habíamos entrado varias veces, aunque solo habíamos llegado hasta la tercera sala, en la algunos de los de la pandilla aseguraban haber visto y oídos cosas extrañas, aterradoras, sin explicación...
Bueno continuo, llegué hasta el roble en el que ya estaban algunos de la pandilla, marie, fer, marcos, sandra y paula; el resto de la pandilla eran pedro, las gemelas andy y sandy, adrian y michael.
Me acerqué a ellos, y justo en ese momento se escucharon numerosos pasos detrás de nosotros, era el resto de la pandilla que se acercaba corriendo a saludarnos.
No era ningún día especial, aunque estuviéramos todos nerviosos, lo que diferente era que habíamos decidido adentrarnos mas en el hospital.
Primero fuimos hacia el edificio mas pequeño. Entramos y dentro solo había muebles tapados con sabanas y todo lleno de polvo. Decidimos buscar en los cajones a ver que encontrábamos. Un rato después nos sentamos todos en unos viejos sofás que había a charlar sobre lo que habíamos encontrado. Tras haber buscado durante un buen rato solo habíamos encontrado algunas revistas de los años 91 y 92, y unos cuantos periódicos viejos en los cajones de un escritorio.
Estábamos empezando a aburrirnos de estar allí, cuando se empezó a oír un extraño llanto que parecía el de un bebé, aunque ya lo habíamos escuchado otras veces cada vez nos daba mas miedo. Como algunos empezaban a temblar decidimos salir.
Salimos al jardín, y nos dirigimos al edificio mas grande, EL HOSPITAL.