-¡Eres un cabrón! ¡Nunca hablaste de muerte, sólo de cortar dedos!
-Las reglas las pongo y las cambio yo...el tiempo pasaaaaa....
Sandra releyó el papel y empezó a pensar en voz alta.
-¿Qué tenemos? dos cuerdas, un mechero... Cada cuerda tardará una hora en quemarse por completo... y...un momento, un momento!!
Vamos a suponer que quemo la cuerda por la mitad y genero dos llamas que arden hacia los extremos. Imaginemos que hubiera quemado la cuerda, exactamente, por el punto en el que cada uno de los extremos tarda en arder media hora. Mmmm...no sirve, ¿cómo hallo el punto exacto? Pero...¿y si quemo la cuerda por ambos extremos? ¡Creo que ya lo tengo!, ¡sí!, ¡Ya lo tengo! Si enciendo la cuerda por los 2 extremos, las dos llamas se juntarán exactamente después de que haya transcurrido ¡media hora! Pero debo encender ambos extremos a la vez. Bueno...puedo doblar la cuerda. No hay problema. Y ahora, ¿Cómo mido el cuatro de hora restante?
Recapitulemos. Sabemos que si una cuerda que tarda una hora en quemarse la prendemos por ambos extremos, cuando las llamas se encuentren, habrá pasado media hora. Entonces, si tuviera una cuerda que tardara media hora en quemarse y la prendiera por ambos extremos, ¿Tendría los 15 minutos que necesito? ¡Eso es!! Quemo una de las cuerdas por los dos extremos y a la vez la otra cuerda, pero sólo por un extremo. Cuando la primera cuerda se haya quemado por completo, es decir, cuando las dos llamas se encuentren, habrá trascurrido media hora y la segunda cuerda tendrá aún sin quemar un trozo de media hora. Si en ese instante prendo la cuerda restante por el otro extremo, las dos llamas se juntarán después de un cuarto de hora. ¡Y en total habrán transcurrido los 45 minutos!
Entonces Sandra enmudeció y en su cabeza, un torrente de ideas empezaron a tomar forma. En ese instante se dio cuenta que Jorge no iba a soltarla con vida. No podía soltarla. Ella conocía su cara, su nombre...Miró fijamente a la cámara y dijo:
-Esa es la respuesta correcta ¿verdad? Pero me temo que aunque lo sea, nunca vas a dejar que me vaya. ¿Sabes? Creo que no voy a iniciar este estúpido juego. Es más, te desafío. Yo he resuelto tus cinco pruebas. ¿Podrías tu resolver una mía?
Tras un silencio interminable, la puerta final se abrió y tras ella apareció Jorge aplaudiendo.
-Bien , bien, bien...chica lista. Tienes razón, aunque la puerta se hubiese abierto, tras ella te estaba esperando yo. No puedo dejarte con vida.¿Dime en qué consiste tu prueba? Tengo auténtica curiosidad.
-Si me facilitas una cadena y un candado te lo enseño.
-Sin problemas. Dijo Jorge saliendo momentáneamente del habitáculo en busca del material.
Cuando regresó, Sandra procedió a su explicación.
-Voy a atarte con esa cadena de un tobillo a la tubería de enfrente y dejaré la llave sobre la cómoda. Para que no pueda atacarte y como parte de la solución al enigma, dejaré en tu poder el cuchillo. Existe una forma de sacarte la cadena sin tener que abrirla. Mientras tu buscas la solución, yo resolveré tu enigma. Si consigues soltarte antes de que lo resuelva, me matarás pero sino, huiré y tu permanecerás atado.
Jorge valoró por un instante el tema.
-¿No pretenderás jugármela? ¿Cómo sé que existe realmente una forma de sacarme la cadena?
-¿Cómo sé que al pulsar el botón de la puerta esta se abrirá?,¿Cómo sé que no va a darme una descarga letal?
- ¡Touché!
-Bien, prometo que si gano, antes de irme, te daré la solución.
-Trato hecho.
Sandra procedió a atar a Jorge y empezó a quemar las cuerdas. Jorge trató por todos los medios de soltarse. Trató de forzar el candado con el cuchillo, de derribar la tubería a patadas pero nada parecía funcionar. Cuando los 45 minutos hubieron pasado, Sandra corrió a la puerta y accionó el pulsador. La puerta se abrió y tras ella, Sandra pudo ver la salida al exterior. Entonces, giró por un instante la cabeza, miró a Jorge y dijo:
-Lo prometido es deuda. Creías que la tubería cedería con facilidad ¿no? Antes de proponerte el trato me cercioré de que estaba forrada de hierro. La forma de soltarte de todas formas es fácil. Sólo tienes que cortarte el tobillo con el cuchillo. Sino lo haces...¿Cuántos días crees que puede sobrevivir una persona sin comida ni bebida?
Sin darle tiempo a responder Sandra salió corriendo de allí.
Cuando la policía llegó a la zona halló el cuerpo mutilado y desangrado de Jorge. Junto a él tan sólo había una nota que decía.
GAME OVER
-Las reglas las pongo y las cambio yo...el tiempo pasaaaaa....
Sandra releyó el papel y empezó a pensar en voz alta.
-¿Qué tenemos? dos cuerdas, un mechero... Cada cuerda tardará una hora en quemarse por completo... y...un momento, un momento!!
Vamos a suponer que quemo la cuerda por la mitad y genero dos llamas que arden hacia los extremos. Imaginemos que hubiera quemado la cuerda, exactamente, por el punto en el que cada uno de los extremos tarda en arder media hora. Mmmm...no sirve, ¿cómo hallo el punto exacto? Pero...¿y si quemo la cuerda por ambos extremos? ¡Creo que ya lo tengo!, ¡sí!, ¡Ya lo tengo! Si enciendo la cuerda por los 2 extremos, las dos llamas se juntarán exactamente después de que haya transcurrido ¡media hora! Pero debo encender ambos extremos a la vez. Bueno...puedo doblar la cuerda. No hay problema. Y ahora, ¿Cómo mido el cuatro de hora restante?
Recapitulemos. Sabemos que si una cuerda que tarda una hora en quemarse la prendemos por ambos extremos, cuando las llamas se encuentren, habrá pasado media hora. Entonces, si tuviera una cuerda que tardara media hora en quemarse y la prendiera por ambos extremos, ¿Tendría los 15 minutos que necesito? ¡Eso es!! Quemo una de las cuerdas por los dos extremos y a la vez la otra cuerda, pero sólo por un extremo. Cuando la primera cuerda se haya quemado por completo, es decir, cuando las dos llamas se encuentren, habrá trascurrido media hora y la segunda cuerda tendrá aún sin quemar un trozo de media hora. Si en ese instante prendo la cuerda restante por el otro extremo, las dos llamas se juntarán después de un cuarto de hora. ¡Y en total habrán transcurrido los 45 minutos!
Entonces Sandra enmudeció y en su cabeza, un torrente de ideas empezaron a tomar forma. En ese instante se dio cuenta que Jorge no iba a soltarla con vida. No podía soltarla. Ella conocía su cara, su nombre...Miró fijamente a la cámara y dijo:
-Esa es la respuesta correcta ¿verdad? Pero me temo que aunque lo sea, nunca vas a dejar que me vaya. ¿Sabes? Creo que no voy a iniciar este estúpido juego. Es más, te desafío. Yo he resuelto tus cinco pruebas. ¿Podrías tu resolver una mía?
Tras un silencio interminable, la puerta final se abrió y tras ella apareció Jorge aplaudiendo.
-Bien , bien, bien...chica lista. Tienes razón, aunque la puerta se hubiese abierto, tras ella te estaba esperando yo. No puedo dejarte con vida.¿Dime en qué consiste tu prueba? Tengo auténtica curiosidad.
-Si me facilitas una cadena y un candado te lo enseño.
-Sin problemas. Dijo Jorge saliendo momentáneamente del habitáculo en busca del material.
Cuando regresó, Sandra procedió a su explicación.
-Voy a atarte con esa cadena de un tobillo a la tubería de enfrente y dejaré la llave sobre la cómoda. Para que no pueda atacarte y como parte de la solución al enigma, dejaré en tu poder el cuchillo. Existe una forma de sacarte la cadena sin tener que abrirla. Mientras tu buscas la solución, yo resolveré tu enigma. Si consigues soltarte antes de que lo resuelva, me matarás pero sino, huiré y tu permanecerás atado.
Jorge valoró por un instante el tema.
-¿No pretenderás jugármela? ¿Cómo sé que existe realmente una forma de sacarme la cadena?
-¿Cómo sé que al pulsar el botón de la puerta esta se abrirá?,¿Cómo sé que no va a darme una descarga letal?
- ¡Touché!
-Bien, prometo que si gano, antes de irme, te daré la solución.
-Trato hecho.
Sandra procedió a atar a Jorge y empezó a quemar las cuerdas. Jorge trató por todos los medios de soltarse. Trató de forzar el candado con el cuchillo, de derribar la tubería a patadas pero nada parecía funcionar. Cuando los 45 minutos hubieron pasado, Sandra corrió a la puerta y accionó el pulsador. La puerta se abrió y tras ella, Sandra pudo ver la salida al exterior. Entonces, giró por un instante la cabeza, miró a Jorge y dijo:
-Lo prometido es deuda. Creías que la tubería cedería con facilidad ¿no? Antes de proponerte el trato me cercioré de que estaba forrada de hierro. La forma de soltarte de todas formas es fácil. Sólo tienes que cortarte el tobillo con el cuchillo. Sino lo haces...¿Cuántos días crees que puede sobrevivir una persona sin comida ni bebida?
Sin darle tiempo a responder Sandra salió corriendo de allí.
Cuando la policía llegó a la zona halló el cuerpo mutilado y desangrado de Jorge. Junto a él tan sólo había una nota que decía.
GAME OVER
2 comentarios:
¡Guau! ¡Qué crack la Sandra! Dios, qué raro suena dicho por mí... xDDD Como se nota que las que nos llamamos Sandra somos inteligentes... ^^ Si es que... xD
¬¬ si me daba la gana le cambiaba el nombre por otro, no te creas k la chavalita es tan inteligente por el nombre ¬¬
Publicar un comentario